La seguridad de los pacientes durante la emergencia

Cómo lograr una atención adecuada a la velocidad del virus

Parece obvio, aunque de hecho no lo es. La premisa de cualquier sala de urgencias médicas es actuar rápido y de forma eficaz. Sin embargo en el día a día es un principio que no siempre se cumple debido a los múltiples factores que están presentes al momento de la emergencia. Para prever y evitar esos errores está el entrenamiento con simulación. Es algo sabido en situaciones normales, pero es clave recordarlo hoy, que la pandemia pone en riesgo miles de vidas.


Vista del escenario, con Apollo, el simulador de CAE. Atrás, Diego Rabellino, instructor de RCP Avanzado, monitoreando las acciones del equipo. El escenario fue filmado y monitoreado con LearningSpace, el sistema de aprendizaje de CAE

El pasado 12 de marzo se realizó el primer escenario de simulación en Argentina para la atención y prevención de un caso sospechoso de coronavirus. La actividad fue convocada por el centro de simulación INSPIRE-FEMEBA y DeLeC Científica. Se desarrolló en las nuevas instalaciones de INSPIRE, en La Plata. El escenario se transmitió en vivo. Lo vieron alrededor de 4000 personas de más de veinte países y permitió una discusión temprana sobre los protocolos de atención. Fue gratuito y abierto a la comunidad.

Contó con la participación de un equipo de emergencias pre-hospitalarias de SAME La Plata y profesionales de guardia externa y cuidados críticos del Hospital Italiano de la misma ciudad.  

Durante la difusión, los organizadores notamos el fuerte interés en participar y ver el escenario. Esta tendencia se corroboró durante la actividad que fue transmitida en vivo a través de las redes sociales de INSPIRE y DeLeC.

Link al video: https://www.facebook.com/delec.cientifica/videos/530502704271521/


De pie: Dr. Juan Ignacio Cobián, en la coordinación del escenario. Sentados, equipos de Delec Científica e INSPIRE

Primera locación. Se llama a emergencias desde un domicilio. Segunda: se ingresa al paciente a un hospital. Los médicos se preparan. Tercera locación: Unidad de Terapia Intensiva. Intervención sobre el simulador Apollo (CAE). Imágenes obtenidas de LearningSpace (CAE).

Según el Dr. Juan Ignacio Cobián, director del centro de simulación INSPIRE-FEMEBA, “El diseño de la actividad implicó reunir buena evidencia científica, material desarrollado por grupos que vienen trabajando en forma seria en temas vinculados a simulación y COVID-19, reunir expertos locales que puedan bajar a tierra y contextualizar toda la evidencia de calidad disponible. Desarrollamos tres escenarios de simulación en uno (prehospitalario, guardia externa y cuidados críticos), y eso requirió del trabajo coordinado y previamente entrenado de mucha gente durante 3 semanas previas al evento: técnicos, administrativos y facilitadores del aprendizaje.

El bioingeniero de DeLeC Científica, Matías Toledo nos dijo en referencia a la actividad que “La simulación es una técnica que favorece el entrenamiento de nuevas habilidades clínicas y el refuerzo de las buenas prácticas. Todo esto, sin poner en riesgo la integridad física y psíquica de las personas. Contar con los equipos de simulación correspondientes permite que la experiencia de esos entrenamientos sea más enriquecedora, ya que se recrea una situación que deberá enfrentar el médico o el profesional de la salud. Es una tendencia general, lo vemos en todas las áreas de salud en las que trabajamos. Y nuestro rol es garantizar siempre innovación tecnológica de punta y acompañar en todas las etapas de los proyectos. En este caso en la difusión en la posventa y la asistencia.”

INSPIRE cuenta con equipos de simulación de alta fidelidad que reproducen el funcionamiento del cuerpo humano. Los maniquíes muestran signos vitales, se les puede pinchar con jeringas para simular accesos vasculares, se pueden recrear una amplia gama de problemas físicos, situaciones críticas que requieren intervenciones con respiradores, traqueotomías, RCP, etcétera.

Finalmente, la más beneficiada es la comunidad médica y la población en general. El Dr. Cobián  agregó en relación al feedback de la actividad que “los resultados fueron muy satisfactorios. Pudimos desarrollar un análisis en el que participaron no solo quienes experimentaron el escenario sino también expertos locales y mucha gente que participó vía streaming. Se logró consensuar sobre varias cuestiones que se ponen en juego en estas situaciones y que pueden suponer una brecha de rendimiento de los equipos al momento de atender un paciente sospechoso de coronavirus. Otro tema importante es que la actividad aun no ha terminado: llevamos una serie de ejercicios de reflexión para los equipos de salud a un curso online y gratuito en el que trabajan a partir de este mismo escenario de simulación, y ya son mas de 400 los inscriptos. Los profesionales en este momento se encuentran con la necesidad de resolver un escenario de incertidumbre, y el trabajo colaborativo es el medio. Es por eso que este curso terminará cuando ellos decidan que termine.

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