El miércoles 11 de septiembre de 2019, se presentó el Proyecto de Ley de ACV de la Ciudad de Buenos Aires.
La Ley tiene por objeto garantizar el acceso de la población a la prevención, diagnóstico y tratamiento del Accidente Cerebro Vascular (ACV).
En Argentina se produce un ACV cada 4 minutos, resultando ser la segunda causa de muerte y la primera causa de discapacidad permanente en adultos. Sin embargo, los expertos afirman que el 90% de los casos se asocia a factores de riesgo controlables y tratables.
Un ataque de ACV mata dos millones de neuronas por minuto, por lo que la atención rápida es un factor primordial a la hora de salvar una vida.
En este contexto, el CereTom permite mejorar los tiempos de diagnóstico en ACV. Un stroke o accidente cerebro vascular (ACV) es caracterizado por una brusca interrupción del flujo sanguíneo neto que irriga al cerebro y que origina una serie de síntomas variables en función del área cerebral afectada.
La ventaja de CereTom® en los ACV reside en lo que se llama efecto ventana. Cuando un paciente sufre un ACV hay un período de 3 horas a partir de ocurrido el accidente, dentro del cual, si el paciente recibe el tratamiento, tiene un 85% de posibilidades de recuperarse sin daño cerebral.
Con CereTom® instalado en la guardia hospitalaria o centro de Stroke, reducimos este tiempo de diagnóstico al mínimo. El paciente llega de la ambulancia, se hace el diagnóstico que permitirá saber en forma temprana qué tipo de ACV está padeciendo y así determinar rápidamente el tratamiento a seguir.
Los cuadros de stroke son la segunda causa de muerte y una de las principales causas de discapacidad. El impacto de los costos médicos asociados a cuadros de stroke y su discapacidad es tan grande que lo vuelven objetivo de estrategias de tratamiento y prevención.
El uso terapéutico de activadores tisulares de plasminógeno (tPA) tuvo un gran impacto en los índices de morbilidad y mortalidad de pacientes con cuadros de stroke isquémicos otorgando resultados esperanzadores.
Es un aspecto clave el suministro del trombolítico dentro las primeras tres horas para obtener resultados exitosos. El tiempo es un factor de suma importancia ya que incluso 1 minuto de demora en el inicio del tratamiento con tPA afecta los índices de morbilidad y mortalidad.
Por cada minuto sin atención se pierden 2.000.000 de neuronas equivalentes a 1 mes de envejecimiento acelerado.
La razón principal por la que los pacientes no reciben tPA es el hecho de que no arriban al hospital lo suficientemente rápido para ser diagnosticados y tratados dentro de la ventana de tratamiento.
Las unidades móviles de Stroke son la creación tecnológica para poder solucionar una problemática cada vez mayor a nivel mundial.
Las unidades se componen de un tomógrafo móvil CereTom montado en una ambulancia, junto con un laboratorio. Su configuración les permite la realización de un escaneo tomográfico en el domicilio del paciente evitando grandes tiempos implicados en el traslado. La obtención de las imágenes en forma rápida permite un diagnóstico inmediato junto con la identificación del tipo de stroke.
En el caso de tratarse de un stroke isquémico, 80% de los casos, el paciente puede ser suministrado con tpa dentro de la ambulancia durante el traslado al centro de salud. De esta manera se reducen los tiempos hasta el tratamiento en un 50%, generando resultados únicos gracias al inicio del tratamiento dentro de la “Ventana de Oro”.